lunes, enero 23, 2006

Una palabra tuya




"Vivimos nuestra vida, hacemos lo que hacemos y luego dormimos: es tan sencillo y vulgar como esto.
El único consuelo que nos queda es esta hora o aquella en que nuestra vida, contra toda probabilidad y contra toda expectativa, se abre de pronto y nos da todo lo que hemos imaginado, aunque sabemos que a esas horas, inevitablemente, les seguirán otras, mucho más oscuras y más arduas. Apreciamos, no obstante, la ciudad, la mañana, esta palabra y aquella otra; por encima de todo, confiamos en que sigan existiendo."

Así comienzo hoy, un apenas perfilado día 23 de Enero de 2006, con este blog, cargado de palabras y de silencios, tantos como horas se escurren a diario por las manecillas de un reloj. Y que mejor comienzo que un desenlace.
Así concluyen Las Horas para Michael Cunningham, mejor dicho, así continuan su impertérrito movimiento circular, abandonándonos siempre a la frágil esperanza de poder disfrutar de una mañana nueva, con el anhelo de sentir, a lo largo de ella, la felicidad en el más simple de los gestos, en la más trivial de las circunstancias, en un beso, en una palabra tuya...

1 Comments:

At 20:50, Blogger Harker said...

No te arrepentirás, I´m sure!!!

 

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