Una palabra tuya

Y respecto al post anterior:

¿Existe el amor a primera vista?

Intuyo una noche poblada de reflexiones. Me conozco y en mi no es nada bueno.

Algo ha cambiado durante estos días de "vacaciones", y no se si será positivo o si se desbordará como suele ocurrir, arrollando todo a su paso.

He conocido a alguien que se ha apropiado de todos mis sentidos. Ha conseguido derribar la muralla que rodeaba lo más profundo y oculto de mis sentimientos, y se ha quedado allí, encerrado, limpiando de restos de recuerdos y añoranzas cada rincón, y depositando los suyos propios, los que trae consigo en forma de violento temporal de emociones.

Cuatro días. Han sido cuatro días en los que mi único objetivo era atravesar algunas casi interminables horas de luz para llegar a la noche, y reencontrarnos, rodeados de palabras que eran incapaces de dejar de brotar, de silencios, de miradas, de sonrisas cómplices, de dudas, de secretos confiados, sin ni siquiera estar presentes.

Sí, todo fueron horas y horas componiendo frases desde este mismo teclado de ordenador, un encuentro fortuito que vuelve a plantearme si el destino interviene a veces en nuestras vidas.

Lo que hasta hace esos mismos cuatro días me parecía imposible (profundizar por internet) parece que ha calado en mi.

No es fácil de explicar ni se lo que ocurre, es tan simple y tan complejo como que ocupa mi mente y mis horas, anudándome el estómago y quitándome las ganas de todo menos de coger el teléfono y conseguir oir su voz, o estudiar cada detalle de la anatomía de su cuerpo en las fotos y videoconferencias que compartimos.

Me siento un gilipollas cada vez que pienso en la posibilidad de "enamorarme" de nuevo en cuatro días sin ni siquiera habernos sentido cerca, más aún teniendo en cuenta mi habitual desconfianza, que me llevó incluso a no darle ninguna importancia al comienzo, a seguir la corriente a lo que en principio iba a ser una charla de diez minutos en un chat cualquiera durante un momento aburrido de la tarde, con la expectativa quizá de algún alocado y divertido encuentro buscando un poco de más riesgo/morbo entre broma y broma.

Puedo verme como cuando tenía 13 años, pero necesitaba escribirlo, para después comprobar yo mismo el cauce de este cuento "surrealista", y lo que pueda acarrear. Dudo de su visión de esta historia, creo que los dos hacemos un esfuerzo por pensar que es imposible, que es una estupidez, que ya somos mayorcitos (yo al menos no dejo de intentar convencerme de ello), pero creo que empieza a hacerse cuesta arriba...

De nuevo pienso que mi propio equilibrio se tambalea, se ve que hasta él se cansa de mis vaivenes... que se marche, "no lo busco, aunque pueda trastornarme", Marikato lo sabe bien.

Un saludo.

P.D: Si alguien tiene una experiencia parecida agradecería que la compartiera, porque como veréis soy virgen en ésto.

Cambio de imágen gracias a este dibujito tan simpático de Marikato, que se acerca desde la distancia y pinta todos mis días de azul.
Un beso.

"Tienes que esperar hasta estar al descubierto, tienes que esperar con alguien, desnudos...y luego hay que esperar un poco más"

Lie with me

Me hizo pensar...

Volví de aquel reencuentro que tanto prometía, volví en un estado entre desencantado y sorprendido.

Sin duda imaginaba que no seríamos los mismos, habían pasado tantos años que era inevitable que la vida nos hubiese llevado a cada uno por rutas distintas, pero...¿tanto?

Recorrimos la bella ciudad de Valencia hasta el amanecer, caminamos por todas sus avenidas y callejas, fingiendo que no se acababan los temas de conversación, ni las anécdotas graciosas, intentando rescatar la esencia que llegó a unirnos de aquella manera, sin conseguir nada en realidad.

Eché de menos los buenos momentos que pasamos juntos, eché de menos la risa y las palabras de uno de mis primeros "amores", que formaba parte del variopinto grupo que fuimos creando entre cervezas, cigarrillos y confesiones propias de unas copas de más.

Y todo fue en Londres (Marikato), durante los tres meses que allí pasamos, y que significaron un antes y un después en mi vida, e imagino que en la de todos.

Se ve que ese "después" se ha alargado y enfriado demasiado, y que ya poco queda de aquel verano; cada uno se ha internado demasiado en su particular caos vital, y todos en general nos hemos perdido dentro, olvidando gran parte del pasado.

Es una lástima, tendré que dar la razón a aquello de "amistades/romances de un sólo verano", que por otra parte nunca había querido creer.

Un saludo a todos.