lunes, enero 30, 2006

Ulises

Me acercaré lentamente por tu espalda,
llegaré silencioso hasta tí
y depositaré un beso suave en tu mejilla,
y entonces te susurraré al oído:

"Seré tu Ítaca añorada, amor mío"



domingo, enero 29, 2006

Reo


"Afuera hay sol.
No es más que un sol

pero los hombres lo miran

y después cantan.


Yo no sé del sol.

Yo sé la melodía del ángel

y el sermón caliente

del último viento.

Sé gritar hasta el alba

cuando la muerte se posa desnuda

en mi sombra.


Yo lloro debajo de mi nombre.

Yo agito pañuelos en la noche y barcos sedientos de realidad

bailan conmigo.

Yo oculto clavos

para escarnecer a mis sueños enfermos.


Afuera hay sol.

Yo me visto de cenizas."

Alejandra Pizarnik

Realmente existen estos momentos de ahogo dentro de la fría y cruda prisión que puede llegar a ser la vida.

Realmente nadie se percata de la angustia del reo en su interior.

Te quiero, pero eso no me libera.

Te quiero, es la reja a la que me aferro entre gritos de silencio.

Te amo, aunque la soledad me asfixie, aunque sepa que no estás ahí.


Ya se apagó la luz...




Temporal pasajero

Esta noche la claridad se asoma a mi mente tras días de fuerte tormenta azotando mis sentidos:

Sé que será tan sólo un atisbo de luz dentro del temporal que abate mi alma.

Sé que el mañana quizá será tan gris como el ayer.

Sé que el reloj de mis días continuará su marcha forzada marcando una hora, y otra, y otra más, repletas todas del atroz martilleo de los segundos en mis sienes.

Sé que la resignación se esconderá tras las lágrimas de mis ojos.

Sé que la nostalgia de un tiempo pasado ocupará su sitio en mi corazón.

Sé que hasta que no te tenga conmigo, la tristeza continuará empapando, que si no te busco me perderé sin tí.

Sé que serías la luz que hoy está faltando.

Sé que las estrellas renacerían por tí.


Lo que no sé es porque coño esta noche se me antoja casi feliz...

jueves, enero 26, 2006

Lucha de gigantes

"Lucha de gigantes
convierte

el aire en gas natural,
un duelo salvaje
advierte
lo cerca que ando de entrar
en un mundo descomunal
siento mi fragilidad.


Vaya pesadilla,

corriendo,

con una bestia detras.

Dime que es mentira todo,

un sueño tonto y no más.
Me da miedo la enormidad

donde nadie oye mi voz.


Deja de engañar,
no quieras ocultar
que has pasado sin tropezar,

monstruo de papel,

no sé contra quien voy,

¿o es que acaso hay alguien más aquí?

Creo en los fantasmas
terribles

de algun extraño lugar,

y en mis tonterías
para
hacer tu risa estallar.

En un mundo descomunal

siento tu fragilidad.


Deja de engañar,

no quieras ocultar
que has pasado sin tropezar,

monstruo de papel,

no se contra quien voy,

¿o es que acaso hay alguien más aquí?"

Nacha Pop

Puro orgullo de mierda...

Esta noche


Duerme y sueña,
tus sueños son los míos,
tus inquietudes me inquietan,

tu ausencia es mi ansiedad.

Regresemos de nuevo...

lunes, enero 23, 2006

Miradas veladas


Pienso ahora, aunque tal vez lo haya sabido siempre,
que las nubes que contemplo, en su danza, descubren
y cubren, o desvelan y velan la mirada
cálida del frío sol de invierno, y con sus gestos
hacen que mi cuerpo todo
se estremezca y recuerde lo que nunca sintió,
sienta ahora lo que nunca ha pensado
y piense en este instante, y más allá
de este instante.

¿Por qué nos envuelve el vacío del silencio?

(No quiero que calles, ni que estés como ausente
ni que me oigas de lejos y mi voz no te toque...)

Mientras lo averiguo surgen mis versos más tristes esta noche.

Siento los retoques, pero lo siento así.

También la luz en sí misma se pierde...




"Palabras, sí, de aire, y en el aire perdidas. Déjame que me pierda entre palabras, déjame ser el aire en unos labios, un soplo vagabundo sin contornos que el aire desvanece. También la luz en sí misma se pierde"
Octavio Paz; cierto, cierto, cierto...

Una palabra tuya




"Vivimos nuestra vida, hacemos lo que hacemos y luego dormimos: es tan sencillo y vulgar como esto.
El único consuelo que nos queda es esta hora o aquella en que nuestra vida, contra toda probabilidad y contra toda expectativa, se abre de pronto y nos da todo lo que hemos imaginado, aunque sabemos que a esas horas, inevitablemente, les seguirán otras, mucho más oscuras y más arduas. Apreciamos, no obstante, la ciudad, la mañana, esta palabra y aquella otra; por encima de todo, confiamos en que sigan existiendo."

Así comienzo hoy, un apenas perfilado día 23 de Enero de 2006, con este blog, cargado de palabras y de silencios, tantos como horas se escurren a diario por las manecillas de un reloj. Y que mejor comienzo que un desenlace.
Así concluyen Las Horas para Michael Cunningham, mejor dicho, así continuan su impertérrito movimiento circular, abandonándonos siempre a la frágil esperanza de poder disfrutar de una mañana nueva, con el anhelo de sentir, a lo largo de ella, la felicidad en el más simple de los gestos, en la más trivial de las circunstancias, en un beso, en una palabra tuya...